Tarifa, Cádiz, 27 de enero de 2021.- Cooperación Alternativa exige a deportistas, profesionales y empresas ligadas a los deportes náuticos, ubicadas en Tarifa, que cumplan con la legalidad internacional y dejen de colaborar en la violación de los derechos de la población saharaui en los territorios ocupados en Sahara Occidental y rectifiquen la información falsa que difunden acerca de la soberanía de Marruecos sobre Dakhla y otros destinos turísticos en el Sahara Occidental.

Desde finales del pasado diciembre de 2020 y hasta mediados de enero de 2021, diversos medios de comunicación se hacían eco del viaje del deportista Jerome Cloetens a Dakhla para la grabación de un vídeo promocional para el hotel Dakhla Attitude, y en todos ellos se referían a la ciudad de Dakhla (antigua Villa Cisneros) como perteneciente al régimen marroquí.

Esta muestra de la falta de empatía y valores deportivos del surfista Jerome Cloetens, es a la vez un ejercicio deshonesto de servilismo y sumisión hacia el gobierno marroquí que desde hace décadas viola sistemáticamente los derechos humanos del pueblo saharaui. 

La información es falsa, porque ni Naciones Unidas ni ningún Estado ha reconocido la anexión del Sahara Occidental a Marruecos (salvo el gobierno de Trump en sus últimos días). El Sahara Occidental es un territorio no autónomo (TNA) según las Naciones Unidas, invadido militarmente y ocupado por la fuerza por el reino de Marruecos, cuya soberanía no está reconocida por las Naciones Unidas y tampoco por España. 

Marruecos viola sistemáticamente los derechos humanos del pueblo saharaui, se niega a reconocer las resoluciones de las Naciones Unidas, practicando una política de genocidio, desapariciones, torturas y encarcelamientos. 

En lo que concierne al aspecto económico, el gobierno marroquí lleva a cabo una política de saqueo de los recursos del territorio saharaui, con la complicidad de empresas e inversores externos para asentar colonos que alteren la composición demográfica del territorio, normalizar una situación ilegal e impedir la autodeterminación e independencia del pueblo saharaui. 

Ya en enero de 2015, manifestamos nuestra repulsa sobre el convenio de colaboración suscrito entre los representantes del gobierno marroquí en Dakhla y el ayuntamiento de Tarifa, una iniciativa de algunos empresarios radicados en Tarifa y del entonces alcalde Juan Andrés Gil del Partido Popular.

Ahora, la operación de marketing protagonizada por el deportista Cloetens, auspiciada y/o apoyada por diversas empresas, profesionales e instituciones sin escrúpulos al más puro estilo del ministro de propaganda nazi, Joseph Goebbels, nos produce repugnancia e indignación a partes iguales, y deja patente el desconocimiento y desinterés de los medios de comunicación sobre el conflicto saharaui. Así el diario As, La Vanguardia, la Voz Digital de Cádiz, Mundo Deportivo, la mismísima Televisión Española y un largo etcétera, informaban del viaje del deportista Cloetens a la ciudad ocupada de Dakhla, situándola en Marruecos en vez de en Sahara Occidental, reproduciendo una vez más, un clásico de las fakenews. Ni el deportista, ni la inmensa mayoría de medios de comunicación han rectificado el error, continuando con la desinformación.

La justicia europea ha señalado en reiteradas ocasiones que los acuerdos comerciales con Marruecos no son aplicables al territorio del Sáhara Occidental. Sin embargo, no disponen de mecanismos que vigilen su estricto cumplimiento, por ello multinacionales y empresarios españoles aprovechan el vacío legal existente y colaboran con el régimen para seguir expoliando los recursos saharauis.

Toda empresa que opera en Sáhara Occidental ocupado, reproduce la continuidad de la ocupación marroquí propiciando la represión sistemática contra los saharauis, y alargando la dura estancia de unos refugiados que viven en condiciones extremas en el desierto argelino y que difícilmente pueden disfrutar de una playa. 

Tanto Cloetens y otros reconocidos deportistas, como agencias de viaje, tiendas de surf,  organizaciones deportivas, entre otros, forman parte indisoluble de la política de consolidación y legitimación de la ocupación militar marroquí, y son por lo tanto, cómplices directos del sufrimiento del pueblo saharaui.